Estamos constantemente bombardeados por imágenes, videos y anuncios publicitarios en redes sociales e internet, muchos de ellos dejan infinitas dudas al tener una doble interpretación para el usuario.
Las nuevas generaciones son quienes han implantado la idea de un marketing ético, transparente y sincero. Hartos de una publicidad engañosa, poco fiable y cuestionable, buscan siempre información de aquello que se les ofrece. Esta gran razón es la impulsadora de lo que se conoce como marketing ético.
El marketing ético consigue que las marcas persigan cierta responsabilidad social, es decir, adecuarse a todos los temas que suceden actualmente, como la consciencia ambiental, la diversidad, cruelty free, la igualdad, etc. Lograr autenticidad, transparencia y una base en valores, es fundamental para llevar adelante estrategias de marketing ético.
La comunicación como elemento primordial del marketing ético
La ganancia empresarial por supuesto que no desaparece y sigue presente, pero también cobra mucha relevancia la perspectiva ética. Esta exigencia actual por parte de los consumidores lleva a replantear enormemente los procesos comunicativos.
La comunicación que la empresa mantiene con sus clientes es un proceso que viene cumpliendo ciertas normas tradicionales, sin embargo, el marketing ético determina una comunicación mejorada y apuntada hacia la empatía. Es importante lograr que el cliente perciba el costado humano de la empresa y no se quede sólo en una simple interacción comercial.
Los pilares que debemos tener en cuenta al momento de replantear procesos comunicativos son los siguientes:
- Comunicación basada en valores y eficacia.
- La voz de la empresa: definir un tono amigable, respetuoso y considerado. Recordemos que la voz de la empresa se lleva a cabo en todos los medios digitales, desde un artículo de blog, un contenido para redes sociales, hasta una descripción de un producto.
- Comunicación transparente: «no prometas lo que no puedas cumplir».
- Si se eligen procesos automatizados, evitar que el tono de éstos sea completamente robotizado; de lo contrario, el usuario pierde identificación con la empresa.
Hacia una nueva filosofía
La aplicación del marketing ético acarrea muchos beneficios para un negocio: uno de los principales es que añade valor a un producto, es decir, el producto se percibe de una manera distinta; esa percepción va acompañada de los valores que instaure la marca.
El equipo de trabajo también recibe beneficios gracias al marketing ético. Se mejora la calidad y el compromiso de todos los miembros.
La filosofía del marketing ético dispone que todos somos iguales y que formamos parte de una cadena de retroalimentación; si un cliente consume un producto a determinada marca, no significa que le esté haciendo un favor a esa marca ni esa marca al cliente, es una retroalimentación mutua donde ambas partes reciben un beneficio basado en valores predeterminados.
Es importante comenzar a fomentar un marketing ético por todo lo ya expuesto. Sumar un granito para cambiar la visión del mundo de los negocios e internet hará mejor el avance de lo digital.
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